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¡¡Me voooooy!!

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OLA K ASEN? 
Me voy unos días a Isla Grosa (Murcia), a un voluntariado pajareril. ¡Ahí os quedáis, pringaos!
Que no, que es broma, que os llevo en el corazón, gentecilla de los bosques. Me llevo lápices y cuaderno, a ver qué cae. Ya contaré. ¡Hasta la próxima!

¡Migración otoñal! Llegan los carambolos

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     Llevaba un tiempo deseando encontrarme con estas limícolas tan nórdicas, tan épicas en sus viajes. Hace unos días vi un ejemplar solitario molestado por dos collalbas grises, ya al atardecer, en Chinchilla; así que le di el aviso a Rafa Torralba, quien ya sabía de otra aparición de más carambolos cerca de Albacete en agosto. Nos pusimos en camino, como muy bien explica en su blog, junto a Paco Hidalgo, y acercándonos poco a poco a un bando de 25 individuos, pude comprobar las diferentes libreas que mostraban estos recién llegados. Casi todos entremudando, ahora comprobando las fotos me da la impresión de que incluso había algún juvenil, a pesar de que comentamos en aquel momento que todos eran adultos.
    Fue muy emocionante el descubrir a unos cuatro o cinco carambolos sentados, casi al mediodía, es decir, cuando empiezan a sentarse y cuesta más verlos. Al rato, en aquella llanura blanca, con una manada de vacas bravas rondando cerca (esto impone bastante), conseguimos descubrir a una veintena de ejemplares más, alarmados ante nuestra presencia. En un momento determinado, una liebre ibérica salió disparada de una mata cercana que espantó a la bandada y revolotearon emitiendo su repetitivo silbido.

    Cuando era pequeño, tenía un libro que se llamaba "La vida secreta de los animales en el Gran Norte". Uno de los animales de los que hablaba era el chorlito carambolo. Me llamaba la atención una secuencia de imágenes de un macho (pues es el macho quien incuba) incubando en la tundra. Un hombre se le acercaba y conseguía agacharse y acariciarle el pecho, el ave quieta como una estatua. Estas imágenes causaron profunda huella en mi joven mente, y nunca las olvidé, así que, al estar el otro día observando estos ejemplares magníficos, no pude evitar preguntarme si realmente serían tan confiados. Dejaron que nos acercásemos bastante, pero no una cosa exagerada, aunque valió la pena, ¡vaya que sí!

    Saber de dónde vienen, cuántos kilómetros han tenido que atravesar para llegar allí, sentirlos cerca, nerviosos, notar que se relajan cuando te quedas quieto un rato... son sensaciones bastante agradables. O, perdonad, es que estoy empezando a enamorarme de las limícolas y me pongo romanticón.

¡Bienvenido, Otoño!

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    Parece que fue ayer cuando volviste de nuevo a alegrar nuestros bosques de hoja caduca con los rojos, los dorados y los anaranjados de tu manto.
¿Qué mejor manera de comenzar mi estación favorita del año con los carroñeros del monte mediterráneo?

Ayer tuve una experiencia de lo más gratificante, junto con algunos otros miembros de la SAO, que ya iré relatando en sucesivas entradas. Sólo quiero decir que me dio para varias entradas y no vimos buitres leonados únicamente...

Los quebrantahuesos sobrevuelan los páramos

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Arriba, Blimunda la quebrantahuesos. Abajo, pero más
alto, un buitre leonado.
Una sombra alargada recorre el suelo rocoso, cubierto de erináceas, de los inmensos Campos de Hernán Perea, la altiplanicie más alta de la Península Ibérica. A más de 1600 metros, la sombra se desplaza lentamente, dando rodeos. Al mirar arriba, descubrimos una figura un tanto siniestra. El joven quebrantahuesos está ahí. Su silueta vuelve a las altas montañas del Sur de España. Gracias a la insistencia de los colaboradores y voluntarios en los programas de reintroducción de esta especie, llevadas a cabo por la Fundación Gypaetus, el quebrantahuesos consigue poco a poco recobrar sus antiguos territorios perdidos. 
  Junto a un grupo de buitres leonados, Blimunda la Quebrantahuesos planea en lo azul, sobre las lomas y las colinas fracturadas por el hielo, el agua y el viento. De pronto, otra silueta se acerca a la nube de buitres, un águila real planea a una distancia prudente del grupo. A lo lejos, los pinos negros, erguidos como antiguas torres de la montaña, son presentes en la distancia del momento en que los grandes carroñeros de Iberia nos sobrevuelan. Reunidos todos allí, los buitres curiosos en lo alto, que se acercan a mirar, y los observadores de aves abajo, el tiempo pasa rápidamente. Antes de que nos hayamos dado cuenta, el grupo de carroñeras se pierde en la distancia, entre el lío de doradas lomas, cumbres y colinas.
    Seguimos nuestro camino, sin darnos cuenta de los cernícalos que observan los coches desde la distancia. Aquellos campos son la cosa más grande que he visto en mi vida. Ahí te das cuenta de lo pequeño que eres. No hay prácticamente árboles, algunos pinos negros, que de lejos recuerdan a las araucarias chilenas, coronan las cumbres lejanas, y con suerte, encontramos espinos albares adaptados a las duras alturas del páramo. Me llama la atención una mata, espinosa, con frutos azulados, con la forma de un miniescaramujo; al principio pensé que era un endrino, pero no le saqué fotos ni tomé ninguna muestra, así que ni idea; me quedo sin saberlo de momento.
    Los paisajes más espectaculares que he visto hasta ahora están ahí. "¡Pues no hay pocos en toda Iberia!" diréis. Pero, vaya, esperaos, ¡que mi trayectoria todavía es corta! Todo es grande, inmenso, inconmensurable, desmesurado. Me dio por pensar que si alguien acababa mal ahí... pronto sería comida de buitres.
Quebrantahuesos joven. Últimamente he hecho varios retratos de rapaces exagerando mucho los bordes con pluma o rotuladores y me he dado cuenta de que no quedan tan mal, el resultado no me desagrada. 
    Con cámara nueva (¡y encima réflex!) y sin haber tenido tiempo de practicar con ella, muchas fotos salieron de aquella manera, pero mejor de lo que esperaba. Lo bueno era que cada vez que los buitres sentían cerca gente, se acercaban a curiosear y nos pasaban por encima a baja altura. El sonido de las cámaras disparando fotos invadía el ambiente y lo cierto es que cuando los veías alejarse y coger altura, al menos a mí, se me quedaba una especie de sensación de soledad.

Buitres leonados (Gyps fulvus)

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

  La majestuosidad de las rapaces en vuelo tiene todo lo salvaje del monte mediterráneo ibérico. Sin
embargo, la persecución de las "alimañas" en España durante los siglos XIX y XX tuvo especial repercusión en el quebrantahuesos. La última vez que fue visto en Andalucía en libertad fue en 1987.
Los páramos muestran algunas rocas madre fracturadas por efecto de la gelifracción. Aquí la nieve en invierno es un
inconveniente bastante desagradable, en especial para los que se dedican al pastoreo por esta zona. 
Aparte de buitres y águilas, esta es tierra de reptiles e invertebrados. Aprovechando la ocasión, nos pusimos en busca de ofidios y eslizones, y estuvimos unos minutos levantando piedras que engañaban, pues muchas eran la propia roca madre que sobresalía sobre la tierra. Una de las veces que levanté una piedra plana, encontré un arácnido rechoncho y negro que correteó un momento para esconderse nuevamente. Al primer golpe de vista me pareció una Uroctea durandi, como le comenté a Luis Juan González, pero luego vi que se trataba de una gran hembra de Eresus, la especie todavía no la sé, no tengo el libro de arácnidos a mano, habrá que esperar...

Isla Grosa 2013

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    La isla, que parecía flotar sobre las plateadas aguas del Mediterráneo como una enorme criatura jorobada y pacífica, nos esperaba. Coronada por una nube de parlanchinas gaviotas patiamarillas, parecía aguardar impaciente a que amarrásemos la Zodiac, que se alejaba de La Manga a toda velocidad y sólo quedaba de aquel viaje sobre el agua una estela pálida de incertidumbre optimista que desaparecía poco a poco. A las puertas de la Gran Isla Grosa, un enorme tronco vetusto de piel amarillenta dormía semienterrado en la arena de la pequeña cala, per saecula saeculorum.
    Con el paso de los días, comprendí que lo que me había dicho Fran sobre la magia de la isla era verdad... La migración prenupcial de aves no llegaba en todo su esplendor y empezábamos a pensar que la culpa era mía por haber traído el mal tiempo de La Mancha. A pesar de los infortunios climáticos y migratorios, el tiempo en la isla transcurría con tranquilidad, lento pero sin prisa, y nosotros permanecíamos ajenos por completo a lo que acontecía en la sociedad humana. 
    Pude observar “en mano” algunos pájaros que ansiaba bimbar, como el colirrojo real, el mosquitero ibérico o el papialbo. Pequeñas alegrías (enormes para nosotros) como levantarse y en la primera ronda encontrar aves tan interesantes en las redes como el autillo (Otus scops) nos llenaban ciertamente de odgullo y satidfación.

    Entre ronda y ronda, nos entreteníamos en diversas actividades sin duda enriquecedoras para la mente y el espíritu, como dormir o escuchar música, estudiar, identificar plantas, dibujar, cantar o simplemente mirar cómo el mar fluía tras las Withanias,lasSalsolas y las Suaedas, entre La Manga y nosotros. Un día, el aire nos trajo del interior una tormenta brutal... que dejó dos enormes arcoiris que nos deleitaron (nos hicieron flipar, de hecho) largo rato, mientras las gaviotas histéricas gritaban y volaban sin parar.
Los albores de la tempestad.
En efecto, todos esos puntitos blancos en el aire son gaviotas. Abajo se observan las redes.
    La magia de la Isla se ponía de manifiesto en aquellos días, que aunque no nos traían aves, sí nos permitían observar alcatraces inmaduros cazando, mientras las gaviotas los perseguían, o encontrar eslizones bajo piedras sueltas. Al mediodía, en los escalones azules aparecían culebras bastardas (Malpolon monspessulanus) y lagartijas colilargas (Psammodromus algirus) que buscaban el cálido sol mediterráneo para poner en marcha sus delgados cuerpecillos.
    Y entonces un día la calma llegó y Fran dijo: "Hoy es día de abubilla; caerá a la tarde", y al revisar las redes, en efecto, una abubilla (Upupa epops) esperaba ser anillada (aunque, obviamente, ella no lo sabía). 
    Tranquila y olorosa, la abubilla se dejó anillar y liberar en pocos minutos. 
    Descubrimos (al menos yo, que no las conocía) plantas que nos sorprendían por sus formas y colores, por sus adaptaciones a la sequía y la salinidad o por la forma de crecer. Era el caso del Mesembryanthemum o el Umbilicus gaditanus, los Asparagus horridus o el Lycium intricatum. Más de una vez nos vimos en un apuro al engancharse alguna red en estas dos últimas plantas... 
    Y un día los cielos se abrieron y la luz del sol nos torró, y la biodiversidad ornítica comenzó a aumentar (que no el número de individuos). Entonces cayeron alcaudones comunes (Lanius senator), collalbas grises (Oenanthe oenanthe) y rubias (O. hispanica), más currucas y mosquiteros... Las currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) eran prácticamente residentes en la isla, y si no caía nada en la red, tranquilidad, seguro que hay alguna cabecinegra esperando. Y al tuit de "Dos tallarols de casquet se m'han cagat a la mà", @GarciaLlorca respondió: "100 anys de bona sort!". A ver si es verdad.
    Yo pensaba que habría muchas más gaviotas de Audouin (Larus audouinii) moneando por la isla, pero la verdad es que dejaron de criar hace un tiempo. Las patiamarillas, en su extrema agresividad, perseguían furiosas y ruidosas a cualquier Audouin que tuviera la valentía de acercarse al muelle. Al final, sobre todo cuando quedaban pocos días para que nuestro turno en la isla llegase a su fin, empezaron a llegar bastantes Audouines; de hecho, en un momento dado llegamos a contar más de cuatro juntas en el muelle. A una de ellas le faltaba una pata y permanecía quieta, pero se desplazaba con cuidado y volaba bien. 
    Me embelesaba mirando el comportamiento lárido, los grititos y movimientos de cuello, y permanecía largo rato escuchando sus monólogos (porque sí, eran monólogos, ¿en qué mente sana cabe que una gaviota sola, flotando en la orilla del mar, se ponga a emitir ruiditos mientras mira hacia abajo, gira, nada, se queda quieta..? Ahí comprendí que las gaviotas tienen un problema. Un problema serio. Es broma... Vale, no).
    Los días allí se acababan, y el último, como si fuera voluntad de la isla, una niebla espesa cubrió el Mar, alcanzando la isla y cubriéndola en pocos minutos. Pensábamos que ya no llegaríamos a tiempo cuando la niebla maldita se fue, permitiéndonos dejarla... Sin embargo, yo no quería irme de la isla sin regalarle algo antes, a la isla como ente, como superorganismo que nos había dado tantas alegrías, así que comencé un dibujo. Nos era difícil conseguir agua (ejem...) así que no usé acuarelas. Tampoco las habría podido utilizar, de todas maneras, porque el papel sobre el que lo hice no era el adecuado. Decidí retratar a un ave presente en la isla (¿Qué si no? Y no era una gaviota). El dibujo empezaba así:
    Y lo colgamos en la pared, para que allí quede, como testimonio de todos los naturalistas que pasan por Isla Grosa, en la Región de Murcia, y a los que tantas alegrías regala. 
    Tengo muchas fotografías de pájaros, plantas y atardeceres groseros que me gustaría compartir con todos los lectores de mi blog. Tal vez las muestre en alguna otra entrada o tal vez se queden en mi disco duro para siempre, no lo sé. Han pasado ya varias semanas desde que volviera y con el lío de no tener internet en ningún lado, la entrada permanecía flotando en el limbo. Confieso que, en parte, he estado saboreando hasta hace nada el regustillo grosero, disfrutando de los recuerdos y exprimiéndolos hasta el fin. 

Esta entrada es para mi gran amigo Fran, sin él no habría sido posible nada de lo aquí relatado. Gracias.


Escapar dibujando o morir

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    En una época en la que las situaciones, personas y comentarios te superan, encontrar una vía de escapada es el único modo de seguir adelante. Cada papel en blanco, no importa la calidad, es un universo por crear, un horizonte por descubrir, y cualquier garabato, un amigo con el que sentirse a gusto.
    Las imágenes en estos papeles se agrupan, solapándose sin orden ni concierto, pero ayudándome a crear. Los recuerdos de excursiones al campo que duermen en el fondo de mi mente afloran en esos momentos en que doy rienda suelta a mi mano, conectada por tendones a los músculos, esclavos del cerebro creador.
    El problema surge cuando no hay papeles en blanco a mano y el único modo de aguantar es respirar hondo y dar un paso al frente, sin mirar atrás, como cuando vuelves del monte a oscuras prácticamente, después de haber estado escuchando la llamada del Gran Duque.

Zona en ¿regeneración?

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    En un arenal costero, en algún lugar del Levante ibérico, una alfombra de Carpobrotus edulis se extiende en una duna. En los pocos huecos que deja libres, los Agave americana brotan con fuerza. Las palmeras Phoenix dactylifera también crecen allí, como personajes omniscientes de una trágica obra de lucha por la supervivencia. Todo esto tiene lugar a la sombra de los pinos utilizados para retener el avance de las dunas hacia el interior, la única flora autóctona visible a simple vista... Pero observemos detenidamente. Hay ejemplares de Pancratium maritimum, sus hojas los delatan; se pueden ver también especies del género Lotus, Medicago, Coronilla, Echium, Phagnallon, Asphodelus... Esta zona está vallada y allí, un cartel reza lo siguiente: ZONA EN REGENERACIÓN. SE RUEGA NO PASAR.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, con el Servicio Provincial de Costas de Alicante, les patrocina:
ESPECIES INVASORAS A GUSTO DEL PASEANTE. Qué bien quedan la uña de gato y las piteras codeándose con especies como Lotus creticus, Medicago marina, Pancratium maritimum...
    Ahora explicaré el porqué de esta entrada. Desde niños nos han enseñado los peligros de la desertificación en España, sobre todo en las provincias del Sureste Ibérico. Hemos comprendido que plantar árboles está bien, que reforestar zonas quemadas o muy alteradas es bueno para la naturaleza y para nuestros ecosistemas, y se han empleado millones de euros en "regenererar" territorios antiguamente cubiertos por masa forestal. Pero ¿hasta qué punto se han hecho bien las cosas? 
Mapa de riesgo de desertificación en España. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (2007). Se observa que, junto con las Canarias, las provincias del SE y algunas del C y S de Andalucía presentan riesgo muy alto de desertificación. En estas zonas es donde se suelen tomar medidas sumamente negativas para la flora autóctona.
Índice de aridez en el territorio español (P/ETP: Pluviosidad / Porosidad del Sustrato). Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (2007). La relación entre la aridez del suelo y el riesgo de desertificación es clara. 
    En el litoral mediterráneo ibérico, la construcción desenfrenada puso en peligro ecosistemas típicos que no se valoraban hasta hace poco tiempo. Con esa mentalidad inculta de intentar "recuperar" repoblando con lo que sea, aunque se trate de plantas sudafricanas o americanas, se intentó regenerar lo poco que quedaba ya del litoral salvaje. 
    Una de estas plantas originarias de Sudáfrica e introducidas es Carpobrotus edulis (Fam. Aizoaceae), el terror de las playas. De hojas y tallos suculentos y porte rastrero, cubre y sujeta el suelo (reteniendo la arena y por lo tanto, la temida desertificación), sus tallos superan los 2 m de largo, colonizando extensas zonas e imposibilitando el crecimiento de cualquier otra planta. Para evitar la dispersión de la uña de gato, especie de fuerte carácter invasor en las zonas cálidas peninsulares, sobre todo las cercanas al mar, se plantearon varias soluciones al descubrir la competencia que se creaba con especies autóctonas. Una solución pudo haber sido el empleo de herbicidas, lo cual habría sido un craso error, ya que los litorales donde Carpobrotus debe ser eliminado cuentan con especies de gran valor botánico. La quema controlada también fue una opción, pero seguíamos en las mismas. La retirada manual se realiza con especial cuidado, pues Carpobrotus también se reproduce asexualmente. Se podría decir que es una planta invencible e insuprimible, la cucaracha de las plantas. ¿Qué hacer en este caso de invasión literal de nuestros litorales?
Lotus creticus brotando como puede bajo una enorme flor de Carpobrotus edulis. Esta última se ha utilizado durante años en jardinería en zonas cálidas próximas al mar, debido a la belleza de sus flores, que pueden ser rosas, moradas o amarillas. La producción de polen en estas flores se realiza prácticamente en cantidades industriales, atrayendo a los insectos polinizadores , e interactuando negativamente con las especies autóctonas en el ecosistema.
    Hasta el momento, el único modo fiable de luchar contra la colonización de esta planta es la eliminación manual o mecánica y la quema de los restos sin traslado de estos para evitar pérdidas de esquejes que pueden arraigar en otros lugares. Carpobrotus edulis aparece en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 1628/2011, 14 de noviembre), quedando prohibida su comercialización, transporte, tráfico y posesión. ¡Un momento! Si está incluida en este catálogo, ¿cómo es posible que todavía se plante en jardines y paseos marítimos, que todavía no haya sido eliminada del comercio y de las calles? 
   La especie anterior no soporta las temperaturas de la Meseta (con excepciones), pero también aquí encontramos actuaciones que, si bien tienen la mejor intención del mundo, causan deterioro e impacto ambiental bastante caótico y facilitan la dispersión de especies alóctonas que interactúan malamente con lo propio. En Chinchilla (AB) encontramos un cartel en una ladera cercana al monte:
Un programa del Servicio Público de Castilla-La Mancha, cofinanciado por el Fondo Social Europeo. 
    En esta ladera, romeros postrados y espliego dominan la mayor parte del paisaje, y aparecen algunas especies arbóreas como durillos, saúcos y pinos carrascos. Sin embargo, encontramos también pitósporos (Pittosporum tobira) y otros arbustos, y las indestructibles piteras (Agave americana) y bastante cobertura de Iris germanica, especie que en algunas regiones de Albacete debería ser controlada pues supone un serio problema, porque se extienden muy rápidamente. 
Iris germanica cubriendo gran parte de la ladera y Agave americana en lo que se empeñaron en llamar "corrección medioambiental". La pitera (Agave), al igual que la uña de gato, está incluida en el Catálogo español de Especies Invasoras, quedando prohibida su introducción, posesión, transporte y tráfico, y comercio. ¡¿...?!
    Lo que me llama la atención es que se denomine a estas actuaciones "correcciones medioambientales". No sé qué se entiende por eso. Para mí, según lo que he leído en libros y otras publicaciones, entiendo por corrección medioambiental la recuperación en parte de la flora, y en ocasiones, de la fauna locales que se han visto afectadas por alguna actuación humana y han reducido sus poblaciones. En estas recuperaciones se suelen eliminar especies alóctonas que hacen peligrar la supervivencia de lo autóctono. Es la lucha por la vida, por la colonización de nuevos nichos ecológicos. A veces, sin embargo, lo introducido sale perdiendo, pero no es este el caso. 
    Existen multitud de casos de este tipo en el territorio del Estado español: intentos de recuperación de zonas destruidas que se deterioran todavía más introduciendo especies que se tornan dueñas del lugar, reduciendo la calidad ecológica del medio, por no hablar de la introducción de especies con fines cinegéticos (ahí está el caso del muflón (Ovis musimon) en las Canarias, el arruí (Ammotragus lervia) en el SE Ibérico...). Puede que Carpobrotus fije las dunas y detenga el avance de la arena de la playa, pero ¿estamos dispuestos a pagar el impacto que supone la introducción de una especie tan invasiva? Hoy ya vemos los efectos e intentan tomarse las medidas apropiadas, aunque nunca es suficiente.
    ¿Por qué en una corrección medioambiental se plantan piteras y otras especies foráneas que actúan negativamente? Tal vez quede bonito el paisaje de una ladera con lirios y piteras, pero para el ojo que observa y conoce las relaciones interespecíficas, hace daño. 
    ¿Por qué esto? La respuesta está en la falta de asesoramiento. En la falta de información. En la falta de interés social español por hacer lo que está bien. En esa misma línea de dejadez, se realizaron algunas falsas reforestaciones con pino carrasco (a la vista está la de la Sierra de Chinchilla, donde la distancia entre cada árbol es tan pequeña que la luz solar no llega en todo su esplendor y no deja crecer ni un triste romero). Un bosque de pinos queda muy bonito, creciendo tan rápido y todos tan juntitos, pero el ecosistema funciona mal, igual que una sociedad desinformada. Y claro, socialmente, no está bien visto cortar árboles, pero no lo está hacerlo mal (porque la gente no sabe que se hizo mal).
    Si no se cuenta con la información necesaria, a veces, es mejor dejar una ladera (que aparentemente es un secarral) desarrollarse por su cuenta, pues suele contar con mayor biodiversidad y los flujos de energía funcionan mejor que en una pseudocorrección ambiental.
    A estas alturas de la historia de la Humanidad, creo que deberíamos pararnos un momento a pensar si lo que hacemos está bien del todo, por muy buena intención que tengamos, e intentar evitar la autojustificación, para recuperar un medio ambiente ya de por sí rico en especies y calidad ecológica.

A vueltas con el herbario y otras batallitas

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    Pido perdón, llevaba más de un mes sin publicar nada. Tengo algunas entradas a medio en los borradores del blog y algunas otras en la cabeza, pero no sé por qué no me decido a publicar mucho. Ahora en verano, con más tiempo libre y lejos de lo que no me gusta, sólo me apetece vaguear y hacer lo que me apasiona: salir al campo, dibujar, hacer fotos y prensar e identificar plantas para el herbario. Conseguí una prensa bastante decente por Internet y diseñé (lo admito, me copié un poco del herbario de la UA) correctamente las etiquetas para cada pliego.
Este es mi nuevo amor. Tenemos una relación de amor odio,
porque a veces prensa bien y otras mal.
    Reconozco que el resultado me está gustando. No tenía muy claro cómo se hacía un herbario, pero buscando en bibliografía especializada, creo que estoy consiguiendo uno bastante decente. Previendo que algún día acabaría haciendo un herbario, ya fuera por motivos de estudios o por interés propio (así ha sido), tenía algunas plantas herborizadas ya de años anteriores (Hypericum, Spartium...) y sólo me ha bastado llamar a mi primo, al que ayudé con su herbario el año pasado, para conseguir alguna que otra especie nueva presente en Madrid pero difícil de encontrar a este lado del Júcar. 
Foto bonita del Río Júcar antes de pasar por Valdeganga (AB). No sé cuál es mi orilla, y si lo supiera no os lo diría. La Ribera del Júcar es un lugar que me ha proporcionado varias especies guays y básicas en un herbario: Scirpus holoschoenus, Pinus pinea, Ficus carica, Sambucus ebulus, Phlomis herba-venti, Digitalis obscura, Rubus ulmifolius, Ulmus minor...
Ophrys speculum Link.
Cistanche phelypaea (L.) Cout.
    Me he encontrado con algunos problemas que he intentado solventar de la forma más racional que he podido. Por ejemplo, hay especies inherborizables, porque están protegidas (y la Ley es lo primero) o simplemente porque su voluminosidad no lo permite. Para evitar destrozos innecesarios, decidí hacer pliegos con fotografías, a los que llamé en su conjunto herbario fotográfico. Así, en él cuento con especies como Ophrys fusca y Ophrys speculum, ambas de la Sierra de Chinchilla, a más de 800 msnm; o Fritillaria lusitanica. También tengo en esta parte del herbario Cistanche phelypaea, una planta parásita de enormes flores amarillas común en zonas litorales y que pude fotografiar en Isla Grosa (Murcia).
    En total, cuento ya con 70 especies en el herbario desde que comenzara a recolectar, prensar, etc:
  1. Acanthus mollis
  2. Anacyclus valentinus
  3. Anthyllis vulneraria
  4. Asteriscus maritimus
  5. Atriplex glauca
  6. Atriplex halimus
  7. Bellardia trixago
  8. Brachypodium retusum
  9. Buxus sempervirens
  10. Buddleja davidii
  11. Capsella bursa-pastoris
  12. Cistanche phelypaea
  13. Cistus albidus
  14. Cistus clusii
  15. Coronilla minima subsp. lotoides
  16. Cupressus sempervirens
  17. Digitalis obscura subsp. obscura
  18. Echium sabulicolum
  19. Echium vulgare
  20. Euphorbia serrata
  21. Fagonia cretica
  22. Ficus carica
  23. Fraxinus angustifolia
  24. Fritillaria lusitanica
  25. Fumaria officinalis
  26. Hypecoum imberbe
  27. Hypericum calycinum
  28. Hypericum perforatum
  29. Iris pseudacorus
  30. Juniperus oxycedrus subsp. oxycedrus
  31. Juniperus phoenicea subsp. phoenicea
  32. Lamium amplexicaule
  33. Lathyrus cicera
  34. Lavandula multifida
  35. Lavandula dentata
  36. Ligustrum ovalifolium
  37. Linum suffruticosum
  38. Lithodora fruticosa
  39. Lotus creticus
  40. Melilotus albus
  41. Phagnallon saxatile
  42. Ophrys fusca
  43. Ophrys speculum
  44. Phlomis herba-venti
  45. Phlomis lychnitis
  46. Pinus canariensis
  47. Pinus pinaster
  48. Pinus pinea
  49. Quercus robur
  50. Rhamnus alaternus
  51. Salvia lavandulifolia
  52. Salvia officinalis
  53. Salvia verbenaca
  54. Sambucus ebulus
  55. Santolina chamaeciparisus
  56. Sarcocapnos enneaphylla
  57. Schinus molle
  58. Scirpus holoschoenus
  59. Spartium junceum
  60. Stipa tenacissima
  61. Tetraclinis articulata
  62. Teucrium dunense
  63. Teucrium fruticans subsp. gracillimum
  64. Teucrium gnaphalodes
  65. Teucrium pseudochamaepitys
  66. Thymelaea hirsuta
  67. Thymus vulgaris
  68. Thymus zygis
  69. Tipuana tipu
  70. Ulmus minor
     *En rojo, las plantas que aún hoy (17/07/2013) están en la prensa. En azul, las del herbario fotográfico.
    También quiero poner líquenes, pero todavía estoy maquinando cómo guardarlos.

       Estos días está conmigo Jess, del blog Pinkcuckoos, y ella también recolecta plantas para su herbario. En esta zona de Europa, la biodiversidad botánica es abundante, así que aprovecha para aumentar su número de pliegos. En un año normal, las hierbas ya estarían agostadas desde hace días, pero este año, incluso a mediados de julio hay flores de Spartium junceumo incluso de Sambucus nigra, así que tenemos suerte.
    Jess delante de un siniestro campo de sauquillos o yezgos (Sambucus ebulus),
    en la conjunción de los Ríos Valdemembra y Júcar.
        Sin embargo, y a pesar de las tormentas de verano que rocían el Este de La Mancha, el fuerte calor hace que las flores se vuelvan frutos y las plantas anuales se agosten y el campo amarillee, así que pasaré unas semanas un poco aburridas sin prensar, poniendo a punto el herbario para el otoño que llegará en pocos meses...
    Mientras tanto, me voy a pajarear.

    Bienvenidos a mi 'patch' nº 1: la Sierra de Chinchilla

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        En inglés, el diccionario Oxford define la palabra patch com"a small plot or piece of land, especially one that produces or is used for growing specific vegetation" o "a small area or amount of something" (un trocico de tierra donde crecen plantas y otras cosas, básicamente). Desde pequeño, llevo visitando uno de los muchos secarrales que hay en la provincia de Albacete, el de mi pueblo, en La Mancha de Montearagón, pero hasta ahora no me había decidido a hacer, por simple y pura diversión y entretenimiento, una suerte de patch league personal: una lista de todas las especies de seres vivos que veo en el lugar durante un año. Cuando digo seres vivos, por supuesto, hablo de plantas y animales, pero no me olvido de los hongos, líquenes, seres humanos y alienígenas que visitan la zona. También cuentan los rastros (huellas, plumas, deposiciones...) y los cantos.
        Mi patch de Chinchilla incluye parte de la Sierra y el propio pueblo. En el Patch League donde participan África y Jess (lo admito, me estoy copiando by the face, pero al menos lo digo, no como otros), el tamaño máximo del patch es 0.4km², pero yo, que soy un bestia, tengo uno de 6.96km² (695.53 ha). Es que ando mucho, y la verdad, una densa mierdireforestación de pinos no da para mucho, necesito incluir más y más ecosistemas.
    Mirad qué bonico se pone mi patch en primavera, pero no os confundáis con La Comarca...
    Hasta le he puesto un marco a la foto y tó.
          A pesar de lo pisoteada que está la Sierra, de la cantidad de gente de la capital que viene cada fin de semana a caminar, de la gente sin escrúpulos que la destroza y de la aparente poca variedad botánica que hay y de los ciclistas que se meten por cualquier sitio (dios, cómo los odio), aquí es donde desarrollo mi actividad naturalista más 'light'. 
        He dividido este patch en dos zonas: el municipio y la Sierra. En Chinchilla, sobre todo en el casco histórico, donde abundan muros antiguos y tejados medio derruidos, es fácil localizar en primavera y verano nidos de vencejo común (Apus apus), golondrina común (Hirundo rustica), avión común (Delichon urbicum), collalba negra (Oenanthe leucura), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), estornino negro (Sturnus unicolor). En invierno, los tejados se cubren de puntos negros: llegan los estorninos pintos (Sturnus vulgaris) de Centroeuropa. Durante las migraciones prenupcial y postnupcial, es fácil ver rapaces de diversas especies. Con cuidado, alguna vez (sobre todo de pequeño, que era más explorador) he conseguido ver ratones caseros (Mus musculus). Es fácil ver lagartijas en el entorno del pueblo, y las salamanquesas (Tarentola mauritanica) curiosean por los muros en busca de polillas y mosquitos. El otro día, Jess y yo vimos, a plena luz del día, una salamanquesa que capturó un moscardón azabache, y la descubrimos por el '¡crack!' que hizo el exoesqueleto del díptero al ser capturado por el gecónido.
        Y hablando de insectos, también los lepidópteros son un grupo diverso y abundante incluso en las calles y jardines del pueblo. 
    Ropalóceros chulos que se ven por Chinchilla. De arriba a abajo y de izquierda a derecha:
    1. Iphiclides podalirius, la "chupaleche", no es raro verla por los herbazales que rodean el castillo;
    2. la migratoria Vanessa  carduide la imagen liba flores de Sedum album subsp. micranthum en mi tejado;
    3. Argynnis pandora fotografiada por Jess a principios de Julio, sobre el invasor Ailanthus altissima;
    4. Lasiommata megera libando flores de Buddleja davidii.
    Cada vez que utilizamos insecticidas y otros -idas, especies tan interesantes y bonitas como éstas
    ven disminuidas sus poblaciones.
        La flora urbana que atesora la muy noble, leal y fidelísima ciudad de Chinchilla de Montearagón tampoco se queda atrás. Algunas hierbas montaraces provenientes de la sierra, como Sarcocapnos enneaphylla (zapaticos de la Virgen), Chaenorhinum origanifolium, la medicinal Jasonia glutinosa (té de roca) o incluso un Eryngium campestre (cardo corredor) que crece en una grieta de mi calle, son verdaderos ejemplos de adaptación al bullicio pueblerino. En rincones húmedos y grietas, prosperan Ailanthus altissima (árbol del cielo), Ficus carica (higuera), Urtica urens (ortiga), Fumaria officinalis, Capsella bursa-pastoris (bolsa de pastor), Melilotus albus (meliloto blanco)Polycarpon tetraphyllum, Lamium amplexicaule y demás "malas hierbas"... Como veis, muchas de esas plantas 'urbanas' no son más que hierbas, arbustos y árboles que normalmente medran en bordes de caminos, descampados  y demás zonas ruderales, alteradas profundamente por el ser humano. La crasulácea Sedum album (uva de gato) invade los tejados del casco antiguo, creando pequeños bosques de flores rosadas en verano, a los que acuden con alegría mariposas y abejas.
    Plantas rupícolas observables en el entorno de la ciudad de Chinchilla, de izq. a der.:
    Chaenorhinum origanifolium, Sarcocapnos enneaphylla subsp. saetabensis, inflorescencia de Sedum sediforme.
        En lo que se refiere a flora de la alterada Sierra de Chinchilla, la "Sierra Procomunal", biogeográficamente se encuentra en la Región Mediterránea > Provincia Mediterráneo-Ibérica-Central > Subprovincia Castellana > Sector Manchego > Subsector Manchego xucrense, donde la vegetación potencial se compone de carrascales del Quercetum rotundifoliae, espartales del Stipetum tenacissimae y tomillares y otras formaciones que incluyen diversas especies xerófilas (Rosmarinus officinalis, Rhamnus lycioides, R. alaternus, Quercus coccifera, Brachypodium retusum, diversas especies de caméfitos de labiadas como Teucrium pseudochamaepitys, T. capitatum, T. gnaphalodes, Lavandula angustifolia, Salvia lavandulifolia...). Como he dicho, la vegetación potencial son encinares, pero la actividad humana a lo largo de los siglos, las guerras (yo creo que sobre todo en la Reconquista) y la necesidad de pastos y campos de cultivo ha hecho mermar estos bosques, quedando sólo algunos pies de encina testigos de aquellos bosques del típico monte mediterráneo. Hay densas repoblaciones de pino carrasco (Pinus halepensis) en diversos puntos de la zona. 
    De arriba a abajo y de izquierda a derecha:
    1. Romero macho (Cistus clusii). La familia de las cistáceas tiene buena representación en la Sierra, con especies del género Fumaria, Helianthemum... En la zona aparecen, asimismo, algunos ejemplares de Cistus albidus.
    2. La orquídea Ophrys fusca es también abundante en toda la Sierra. 
    En Invierno es fácil ver las rosetas de hojas por el monte, incluso en umbrías.
    3. La endémica Fritillaria lusitanica es una bulbosa que aparece en laderas soleadas, muy escasa.
    4. Estróbilo o piña en cristiano de pino piñonero (Pinus pinea).
    5. Flores de peral (Pyrus communis) de un solitario ejemplar cerca de La Casa del Agua, en un páramo alejado. El peral resiste temperaturas extremas en el reposo invernal, algo que le viene de perlas, porque en la zona se han registrado temperaturas inferiores a -20 ºC en las oscuras noches invernales.
    6. El cardo que yo llamo "cardo azul" o Echinops ritro, adorna los secarrales con sus 
    esféricos capítulos florales a finales de verano.
    7. Ejemplar amarillo de la escrofulariácea gallocresta (Bellardia trixago = Bartsia trixago). 
    8. Té de roca (Jasonia glutinosa = Chiliadenus glutinosus), utilizado localmente para malestares estomacales.
       En otoño, cuando llegan las lluvias y el aire se enfría, las hifas subterráneas de diversas especies de hongos generan cuerpos fructíferos que atraen a buscadores de setas, y los líquenes, endurecidos por el sol y las altas temperaturas, se ablandan ahora, volviéndose verdes y extendiendo sus talos, como desperezándose.
    A la izquierda, Suillus sp., una boletácea muy común en pinares de repoblación.
    A la derecha, aspecto humedecido de Cladonia convoluta.
        Toda esta flora, no tan diversa como podría serlo si se tomasen las medidas oportunas, aloja sin embargo numerosísimas especies entomológicas que me vuelven loco.
    Artrópodos representativos de la Sierra de Chinchilla. De arriba a abajo y de izq. a der.:
    1. Otro endemismo ibérico de preciosa librea, una hembra de Steropleurus martorelli.
    2. Tenebriónido del género Blaps (B. lusitanica? B. gigas? B. hispanica?).
    3. Mosca parásita del género Anthrax. Estas moscas son superparásitos (esta palabra no me la he inventado): parasitan larvas de avispas parásitas que parasitan orugas de la procesionaria del pino.
    4. Oedipoda charpentieri es un saltamontes común, junto con otros representantes del mismo género.
    5. Escorpión amarillo o alacrán (Buthus occitanus), menos peligroso de lo que la gente se piensa, se guarece en huecos bajo rocas y grietas.
    6. Nido lenticular de Uroctea durandi, una araña fácilmente reconocible gracias a los puntos amarillentos que presenta
    en cada vértice de su negro abdomen pentagonal.
        Yo diría que los insectos más comunes de la zona son las moscas y los ortópteros. Entre mayo y octubre, y sobre todo a finales de verano, las hierbas agostadas acogen infinidad de pequeños saltamontes, que sirven de empujón para el desarrollo de las tres especies de mántidos más fáciles de observar:
    A la izquierda, hembra de Iris oratoria, mantis de tamaño pequeño a mediano que se caracteriza por
    poseer dos ocelos muy coloridos en sendas alas posteriores. En el centro, una hembra de la cada vez más escasa Mantis religiosa. En la foto de la derecha se observa una ninfa de Empusa pennata.
        La región mediterránea se caracteriza por su diversidad de especies, y en la sierra de Chinchilla, la diversión está asegurada si lo que se busca son artrópodos terrestres de cualquier tipo.
        La fauna vertebrada, menos variada pero todavía abundante, sobre todo en lo que respecta a aves y herpetofauna, sorprende al andarín que osa aventurarse atravesando pinares, caminos, páramos, garrigas y tierras de labor.
    Herpetofauna común de la Sierra de Chinchilla: de izq. a der.:
    1. Sapillo moteado (Pelodytes punctatus). 2. Sapo corredor(Epidalea calamita).
    3. Lagartija colilarga oriental(Psammodromus jeanneae).
    4. Esta culebra bastarda o de Montpellier (Malpolon monspessulanus) es conocida en este blog, ya
    que fue la que intenté salvar hace unos años (se había quedado atrapada en una enorme tinaja, a los pies del monte),
     sin éxito.
        Las típicas aves de bosque, como los picos, páridos, agateadores y fringílidos, llenan el aire con sus melodías durante prácticamente todo el año, si bien en verano algunas aves desaparecen, sospecho que en busca de sitios más frescos. Creo, además, que si la variedad de alimento que ofrece el bosque fuera mayor, la ornitofauna sería mucho más diversa. Esta sierra acoge infinidad de paseriformes. Aparecen aláudidos como la totovía (Lullula arborea), las cogujadas común (Galerida cristata) y montesina (G. theklae), fringílidos, etc. En invierno, es posible ver invernantes como el zorzal alirrojo (Turdus iliacus).
        El patch que he delimitado, al ser tan grande, incluye distintos tipos de ecosistemas, que ayudan a que la diversidad faunística aumente.
    De arriba a abajo y de izq. a der.:
    1. En invierno, las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) acompañan a los rebaños de ovejas manchegas
     por los herbazales.
    2. Los críalos (Clamator glandarius) parasitan nidos de córvidos y campean por encinares y chaparrales en la zona.
    3. El mochuelo  (Athene noctua), una especie en recesión, frecuenta olivares y campos de cultivo, anidando en
    majanos y casas abandonadas. Sus gritos, como maullidos, se pueden escuchar perfectamente desde los senderos del pinar que cubre el Cerro de San Cristóbal hasta El Morrón, y más allá.
    4. Otra ave común, aunque no sólo aquí, sino en toda la provincia de Albacete, es el verdecillo (Serinus serinus).
    5. Un pájaro cuyo canto delata su presencia la mayoría de las veces, es el agateador común (Certhia brachydactyla), abundante, que desaparece misteriosamente a mediados del verano en el pinar,
    para volver a aparecer a principios de otoño.
    6. La collalba negra (Oenanthe leucura), amante de los roquedos de toda la Sierra,
    encuentra en las laderas orientadas al Sur sus territorios de cría.
         Curiosamente, en las zonas más cercanas al pueblo es donde más mastofauna hay. Los roedores y lagomorfos viven en cualquier hábitat; los conejos (Oryctolagus cuniculus) viven en majanos y galerías excavadas por ellos, mientras las cabras montesas (Capra pyrenaica) pastan tranquilamente. La liebre que aparece en esta zona de Iberia es otro endemismo, la liebre ibérica (Lepus granatensis). Los carnívoros, como el zorro, no son escasos, y si caminamos prestando atención a los rastros y huellas en cualquier sendero, podemos encontrar excrementos de zorro rojo (Vulpes vulpes) sobre arbustos y rocas. En el libro La Sierra de Chinchilla. El centro de adiestramiento CENAD 'Chinchilla' y sus condiciones ambientales, editado por el Ministerio de Defensa (2007), se habla de más mamíferos que todavía no he conseguido ver.
    De izq. a der.:
    1. Cabra montés (Capra pyrenaica), 2. Conejo (Oryctolagus cuniculus), 3. Ardilla roja (Sciurus vulgaris)
       ¡Ah! Os llamará la atención lo de "centro de adiestramiento". Sí, la Sierra de Chinchilla también tiene una parte oscura, y es el campo de tiro y maniobras, donde se entrena a soldados para la guerra, para la muerte. Todo comenzó a finales del Franquismo, cuando se expropiaron tierras que luego se consolidaron como un Campo de Maniobras de 14000 ha y que supone asimismo un problema para los habitantes de las localidades cercanas de Higueruela y Hoya Gonzalo. Pero eso es harina de otro costal, y si bien en este blog se defiende la paz y estamos abiertamente en contra de las maniobras de guerra del Estado, las cosas duras hay que decirlas. A pesar de que ese libro se escribió para demostrar que las maniobras no causan ninguna alteración medioambiental en la zona, los ruidos, los cañonazos, etc. y las fotografías (pinchad AQUÍ y AQUÍ) demuestran lo contrario. En el documental "Donde se cuece la guerra: los Campos de Maniobras de Chinchilla de Montearagón" de Eguzki Bideoak y la Coordinadora por la Desmilitarización de la Sierra de Chinchilla, se explica el malestar social que existe hacia esta parte siniestra de la Sierra. A pesar del infierno bélico que se gesta a unos pocos metros de mi patch, la vida sigue para delante, conquistando nuevas laderas soleadas y renaciendo de las cenizas del pasado. Los enebros brotan de nuevo en las tierras desnudas y los animales vuelven, muy poco a poco, a sus antiguos territorios que el hombre les arrebató por las talas indiscriminadas. 
        Y así es como la lista de especies de mi patch crece y crece.

    He vuelto a Flickr

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        Tras casi un año sin utilizarlo, he vuelto a las andadas; así que ya podéis seguirme: elsaucov2. Lo había dejado de usar porque ya no me cabían las fotos, pero como ahora hay 1 TB de espacio, ¡hay que aprovechar!
        Es más, he de reconocer que la nueva presentación de la web me gusta más que antes, es más 'moderna', como podéis ver en la imagen. Las fotos que se van agregando a los álbumes se van acumulando en la parte inferior de la galería de cada usuario. Además, han añadido una foto de portada, cosa que se ha puesto muy de moda últimamente en las redes sociales y que, personalmente, me agrada bastante.



    Funeral Suits - All those friendly people

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        Os dejo música de ese tipo de grupos raros que sólo escucho yo. Son irlandeses y esta canción aparece en su único álbum, Lily of the Valley. No os asustéis por el vídeo, la canción es bien.
        Me voy a la playa, con el cuaderno y lápices. A ver qué cae, porque desde que acabó el curso, no tengo ninguna gana de coger un lápiz y ponerme a hacer dibujos. Aunque esté mal decirlo... pero prometo traer cosas (me lo prometo a mí mismo, que es más sano, no a vosotros).


        Tras su marcha, Jess dejó un gran vacío en mi casa, pero, por suerte, vuelve a mediados de agosto, así que habrá bicherío a tope en el blog, y todavía tengo que presentar oficialmente mi segundo patch, el tramo medio del Río Júcar (vamos, la parte albaceteña del río).

    Juan y la retama del Sur

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    El camaleón común, compañero de campeo de mi amigo Juan.
        Agazapado junto a un lentisco en una playa del Sur Ibérico, un joven muchacho mira algo con detenimiento. Es un día soleado, y los charrancitos sobrevuelan la zona. En sus manos, Juan aprieta lentamente el botón de su cámara, enfocando las escamas de un reptil que podría sonar "tropical" al profano. Mi amigo Juan, gaditano de pura cepa, es un naturalista en potencia que descubrió las delicias de observar pequeños animales siendo bien pequeño.
        Hoy quisiera hablar a los lectores de mi blog sobre un buen amigo que, aun habiendo más de 400 km entre nosotros, ha conseguido mantener viva la llama de la amistad durante más de cuatro años; una amistad forjada a base de intercambios de experiencias en el campo, de obsequios naturales en paquetes enviados inesperadamente y de pasión por un mismo tema: la Naturaleza.
        En el momento en que cayó en sus manos una buena cámara fotográfica, no hubo bicho viviente que pasase ante sus ojos que estuviera a salvo de ser disparado, en el buen sentido, y de ser retratado como mejor puede hacerlo un andaluz enamorado de las playas, de Grazalema, de Cazorla y Segura, y de las aves. Porque lo que más ama Juan son las aves. Y su cámara, permanente compañera de andanzas por el campo, le ayuda a congelar instantes como este, donde a una joven golondrina común (Hirundo rustica) se le cruza un avión común (Delichon urbicum).
        Entre marismas y montañas se mueve Juan, y donde una retama (Retama monosperma) veas florecer, ¡cuidado! puede que esté él detrás, en busca de los inquilinos de este fanerófito tan característico de las dunas de Cádiz. La retama es la planta favorita del amigo Juan, y así lo proclama a los cuatro vientos en cada ocasión que puede.
    Hábitat de Juan. Muy parecido al mío, sólo que en su horizonte siempre se encuentra
    el Gran Atlántico mediterraneizado.
        Las largas conversaciones sobre la biodiversidad ibérica, el intercambio de información sobre dos espacios geográficos parecidos en determinadas cosas pero no iguales (La Mancha y el gran Suroeste Andaluz --qué épico suena todo), y sobre todo (todo hay que decirlo), los chistes, generan un ambiente de alegría interminable.
    Para mí, esta es una de las mejores fotos de Juan.
     Un buitre, tras una lluvia otoñal, extiende las alas en la aromática Grazalema.
        Y entonces, ya lo que faltaba, Juan se unió a la comunidad de blogueros ibéricos naturalistas. La necesidad que tenemos los que nos fascinamos tanto por la majestuosidad de un buitre negro en vuelo como por la frágil belleza de una crisopa, de compartir nuestras experiencias camperas hace que ocurran este tipo de cosas. Así nació La Retama del Sur, un modesto blog en constante renovación con provechoso porvenir, creado por este estudiante de 17 años que ansía evadirse del bullicio innecesario de la ciudad observando el mundo tal y como es.
        Además, recientemente ha viajado a uno de mis lugares favoritos del mundo mundial, el conjunto prebético de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, al laíco de mi tierra, y el pobre, como es normal, ha salido trastocado, y así lo relata en su último post.
        Así es Juan, un gran amigo que no duda en contarte un chiste para sacarte una sonrisa, un chiste de los de "¡Mamá, mamá! ¡En el colehio me llaman 'cabezón'! -¿Y tú por qué no les pegas, hijo? -¡Porque se meten por los callehone!". No dudéis en visitar su blog si queréis deleitaros con las experiencias camperas de un chaval (¡eh! ¡que es sólo tres añicos más joven que yo!) que disfruta como un crío de cualquier momento, por mínimo que sea, que pueda pasar en contacto con la Naturaleza.

    Un acuario de andar por casa

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    ¿Un acuario sin filtros, ni sustancias químicas, ni peces de colorines? Challenge accepted.

        El mes pasado, en una de las visitas que hicimos al Júcar, a Jess y a mí se nos ocurrió montar un acuario con algas, unos esquejillos de Ceratophyllum demersum e invertebrados acuáticos de la orilla del río, donde la velocidad del agua es menor. Sin filtro ni bomba de aire ni termostato; así, hala, a pelo.
        Después de haber intentado el año pasado montar un acuario de características similares, con algunos ejemplares de la gamba Atyaephyra desmaresti y un enorme macho de ditisco (Dytiscus marginalis), planorbis y mucho "verdín" que acabó desapareciendo, este año nos proponíamos algo más serio. Los ditiscos quedan bien en los acuarios, y no digamos las gambillas, que aparecen a toneladas en algunas zonas del río, y de hecho ya tengo ganas de poner alguno; pero pensamos hacerlo correctamente e introducir poco a poco los colonizadores del acuario.
    A la izquierda, ditisco o escarabajo buceador (Dytiscus marginalis).
    A la derecha, un bonito ejemplar de Atyaephyra desmaresti en la mano de mi amigo Julio.
        El acuario es un tanque de 60L en el que introdujimos, a mediados de Julio, agua de río gravilla limpia, algas filamentosas y Ceratophyllum demersum, que me regalaron hace unos meses. Esta es la primera fase de creación del ecosistema. Acto seguido, metimos los primeros caracolillos de río (Melanopsis tricarinata), un endemismo ibérico común en las provincias que lindan con el Mar Mediterráneo, peo con poblaciones dispersas en el interior, como es el caso de Albacete, En las orillas tranquilas aparecen a cientos. Son fáciles de identificar por su tamaño (~47 mm) y por una serie de caracteres diagnósticos que presento a continuación:
    Tentáculos oculares filiformes, trompa prominente y concha alargada
    y crestada. Incorrecto, no es un elefante acuático sino un Melanopsis tricarinata.
        El Ceratophyllum que me dieron debía de contener huevos o larvas de un pequeño caracol de agua dulce, un planórbido que no he conseguido identificar todavía, y que se han adaptado a su nuevo hábitat la mar de bien, al igual que los Melanopsis. Además, de vez en cuando, he dejado caer, como si de un verdadero remanso se tratase, alguna hoja de fresno o de chopo cuyos limbos han sido raspdos en cuestión de días por los pequeños moluscos y los microorganismos, comenzando así la segunda fase: los consumidores primarios empiezan a actuar como tales y el acuario se estabiliza; comienzan a aparecer numerosos invertebrados de muy pequeño tamaño, como las Daphnias.
        Las Daphnias, o pulgas de agua, como se las conoce popularmente, son crustáceos inferiores (clase Branchiopoda, superorden Cladocera) con 5 taxones localizables en la cuenca del Júcar en Albacete (según el libro Atlas fotográfico de los invertebrados acuáticos de la cuenca del Río Júcar en la provincia de Albacete, del Instituto de Estudios Albacetenses, indispensable para el naturalista que desee la pequeña fauna dulceacuícola local de la provincia). Aparecieron en cantidades industriales en el acuario a las pocas semanas de instalarlo y es muy interesante verlas desplazarse, moviéndose mediante impulsos gracias a sus "bracitos" (por eso las llaman "pulgas de agua", porque parecen saltar dentro del agua como pulgas), a pesar de lo difícil de su contemplación, pues no cuento con buenos aparatos ópticos para observar cosas tan pequeñas, y medirán menos de 2 mm de longitud. Se alimentan de pequeñas algas y partículas en suspensión. En reposo, suelen quedarse en las paredes del acuario, haciendo posible el encontrarlas fácilmente. Las pulgas de agua se reproducen de manera partenogenética, es decir, las hembras ponen huevos fértiles sin necesidad de la actuación del macho, naciendo de estos huevos hembras genéticamente idénticas a sus madres. En la última generación, sin embargo, aparecen machos para poder crear huevos resistentes a condiciones ambientales desfavorables. Por eso han nacido tantísimas Daphnias en mi acuario.
    Copépodo en el acuario del año pasado.
    No os confundáis coneste otro Copépodo.
    Esta segunda vez que he montado el acuario sin filtros, a pesar de poder observar tantas pulgas de agua, no he visto ningún copépodo (otros crustáceos inferiores muy chiquiticos, que parecen gambicas, pero más pequeños aún).
        Observar la microfauna dulceacuícola que rodea nuestras vidas, por muy pequeño que sea el charco o riachuelo que habiten, siempre depara sorpresas que alegran al naturalista (amateur y avanzado). Una simple lupa de mano de pocos aumentos (aunque una lupa binocular mejor mola más) servirá para descubrir los pequeños seres que, ajenos a todo lo que ocurre en la civilización humana, se desarrollan, se reproducen, viven sus vidas y mueren, repitiéndose este ciclo una y otra vez. Ya iré contando cómo se desarrolla este pequeño ecosistema que es el acuario que he montado y las alegrías que va dando.
    Daphnia sp, planorbis, Melanopsis devorando la hoja de chopo, Ceratophyllum y másMelanopsis.

    Un breve paseo por el Nacimiento del Río Mundo - Sierra del Segura y Riópar (Albacete)

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        El otro día (4/9/2013), en busca de la Naturaleza más sorprendente de nuestra variada Tierra, nos dirigimos al Sur de la provincia de Albacete, concretamente a la Sierra del Segura, para que Jess, en su visita a España, viera el Nacimiento del Río Mundo. El final del verano no es mala época para visitar la zona, si bien la primavera o pleno otoño son tiempos más especiales.
        Desde el coche, observamos cómo la vegetación iba cambiando, según dejábamos las planicies manchegas de secano, con algunas encinas y pinos dispersos y pequeños bosquetes de repoblaciones con pino carrasco, a las estribaciones del noreste de la Sierra del Segura en el piso climático denominado mesomediterráneo inferior. Nos dirigíamos al Nacimiento del Río Mundo, así que transitamos durante pocos kilómetros en este piso bioclimático: aquí, los bosques de pinos carrascos con lentiscos y coscojas invadían las laderas de las montañas que crecían poco a poco mientras nos acercábamos al Sur. Las montañas subían y, de repente, los pinos cambiaron, se oscurecieron, se hicieron mucho más altos, con cortezas más negruzcas y con piñas más grandes: los pinares de Pinus pinaster nos recibían con las ramas abiertas. De vez en cuando, entre los oscuros troncos de los ejemplares más jóvenes aparecían pinos masivos, con troncos de escamas rojizas... ¿Eran otra especie? No. Eran pinos ródenos antiguos, con piel de lagarto primitivo, cuyas copas crecían ya de manera horizontal y no piramidal. Desde la lejanía, pudimos haber creído que se trataba de bosques monoespecíficos, pero fijándonos con más atención, descubríamos encinas, quejigos, arces, mostajos y tejos, y otros pinos, muy parecidos en su forma a los ródenos, pero de piñas mucho más pequeñas, amarillentas, y de corteza plateada, que los botánicos expertos llaman Pinus nigra(subsp. salzmannii (Dunal) Franco o subsp. clusiana (Clemente) Rivas-Mart.).
    Pinus nigra. subsp salzmannii. Algunos ejemplares presentan en su tronco,
     sobre todo en la parte inferior, a 1 ó 2 m del suelo,
    curvas exageradas, mientras la parte superior crecede forma vertical.
        En castellano, a este árbol se le llama pino negro, laricio, salgareño o negral. En España aparece en zonas altas, entre los 700 y los 2000 msnm, aunque no siempre, pero por norma general sí...
        El pino laricio es un árbol que alcanza alturas bastante grandes, unos 60 m. En la Sierra de Segura aparecen ejemplares descomunales, aunque en la provincia de Jaén, en Cazorla, en los Campos de Hernán Perea y en la Sierra de Quesada, hay algunos antiquísimos (más de 1000 años de edad). 
        En el entorno donde hicimos la caminata, en el Nacimiento del Río Mundo, los árboles predominantes eran los pinos laricios. En este recodo de la Sierra del Segura, la humedad es superior, con lo cual habitan especies relícticas europeas, caducifolias, helechos... 
        Pudimos observar también aves típicas de los bosques, paseriformes como el carbonero garrapinos(Parus ater, Coal Tit) y el herrerillo común(Parus caeruleus, Blue Tit), y aunque no lo vimos (sí lo oimos), también andaban por allí herrerillos capuchinos (Lophophanes cristatus, Crested Tit) además de un pájaro rechoncho y azul ligado a masas forestales maduras y de caducifolios: el trepador azul(Sitta europaea, Eurasian Nuthatch), para mí, la segunda observación de mi vida. La primera fue en el mismo sitio hace un año y pico. Los escasos pajareros de toda la provincia saben que este es un buen sitio para observarlos, ya que son bastante confiados.
        En general, el día estuvo más nutrido botánicamente hablando que ornitológicamente, con algunas observaciones de lagartijas (y no, no preguntéis más, no eran lagartijas de Valverde (Algyroides marchi, Spanish Algyroides), todavía no he conseguido verlas; eran lagartijas colilargas (Psammodromus jeanneae, Oriental Large Psammodromus)...).
    Lagartija de Valv---quiero decir, lagartija colilarga (Psammodromus jeanneae). Disculpad mi entusiasmo.

        No vimos muchos insectos excepto ropaloceros como la pandora(Argynnis pandora, Cardinal), un ninfálido que he observado bastante este año, tanto en Chinchilla como en otras zonas del Sur de la provincia. Éste era su hábitat, bosques de pinares y caducifolios con abundantes herbazales.
    Pandora (Argynnis pandora)
        Además, Jess fotografió una mariposa blanca que en un primer momento pensamos que se trataba de la blanquita catalana(Pieris mannii, Southern Small White), luego miramos en la guía y ya no estamos seguros de si es la blanquita de la col (Pieris rapae, Small White) o la catalana. Según el libro Ropaloceros de la Sierra de Alcaraz y Calar del Mundo, Albacete, la captura de un ejemplar en Arroyo de la Celada (Riópar) en abril de 1983 es la primera cita de la especie en la provincia; sin embargo, desconozco si se ha vuelto a observar por la zona. En España se localiza en colonias aisladas en las provincias de Málaga, Granada, Murcia, Alicante,  Madrid y Huesca, y es más común en Cataluña. Os dejo la foto, que como siempre que se trata de potenciales bichos raros, no es de muy buena calidad. Ya digo que a veces me parece una P. mannii y otras una P. rapae, así que voy a dejar de mirarla tanto no vaya a ser que me crezca una espiritrompa:
    ?!?!??!?!?!??!?!?!?!?!?!?!
      Como decía, el viaje estuvo más centrado en la botánica que en los demás seres vivos. Lo que más nos maravilló fue la cantidad de especies diferentes de helechos que se concentraban en una zona muy pequeña, en un sendero cercano a la cascada del Nacimiento del Mundo, vigilado por un guarda que nos miraba ceñudo. En total, en el viaje vimos 5 especies de pteridófitos, una de ellas en una ladera de un riachuelo de Riópar city, una cola de caballo que parece que se trata de Equisetum telmateia.
    Izquierda: Ceterach officinarum. Derecha: Asplenium trichomanes.
    Asplenium trichomanes
    Equisetum telmateia (?) en Riópar.
        Volviendo ya, un coche que venía de frente nos hizo una señal con las luces, avisándonos: más adelante había un rebaño de cabras blancas cruzando la carretera. Pero no eran cabras cualesquiera, eran cabras blancas celtibéricas, una raza endémica de las Sierras de Cazorla y Segura, distinguibles de las demás razas domésticas por sus cuernos horizontales y helicoidales.  
        El día estuvo bien, pero en mi opinión, un día no es suficiente para descubrir este maravilloso entorno. Por suerte, nos llevamos recuerdos en forma de muestras para herbario y fotografías.

    TAXONES RELEVANTES OBSERVADOS EN LA SIERRA DEL SEGURA, RIÓPAR Y NACIMIENTO DEL RÍO MUNDO (4/9/2013):

          Animalia: 
    1. Gyps fulvus
    2. Sitta europaea
    3. Parus ater
    4. Parus caeruleus
    5. Lophophanes cristatus
    6. Garrulus glandarius
    7. Motacilla cinerea
    8. Ptyonoprogne rupestris
    9. Ardea cinerea 
    10. Merops apiaster
    11. Buteo buteo
    12. Neophron percnopterus
    13. Capra pyrenaica
    14. Psammodromus jeanneae
    15. Euplagia quadripunctaria
    16. Argynnis pandora
    17. Xylocopa sp.
    18. Cordulegaster sp.
          Plantae:
    Pteridium aquilinum
    1. Pteridium aquilinum H!
    2. Asplenium trichomanes
    3. Ceterach officinarum
    4. Adiantum capillus-veneris
    5. Equisetum telmateia H!
    6. Pinus nigra subsp. salzmannii H!
    7. Pinus pinaster
    8. Taxus baccata
    9. Sorbus aria
    10. Corylus avellana
    11. Ilex aquifolium
    12. Acer granatense H!
    13. Viburnum tinus
    14. Daphne gnidium H!
    15. Pistacia lentiscus
    16. Pistacia terebinthus
    17. Delphinium sp.
    H! significa que se han recolectado partes de esas especies y se han herborizado.
    Nacimiento del Río Mundo, foto a petición del pueblo español.
    Bosque mixto junto al sendero que lleva al Nacimiento del Río Mundo.

    Últimas noticias | Acuario de agua dulce y últimas salidas de campo

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    Renacuajos desarrollándose
        El mes pasado (18/8) fui a Valdeganga para ver si podía recolectar algún invertebrado para el acuario. Iba con la idea de capturar algún pequeño crustáceo o insecto. Por desgracia, la afluencia de domingueros que se acumulaban en la orilla del Júcar era demasiado grande como para ejercer mi naturalismo (no penséis mal, que sé a lo que vais) con total comodidad, así que me puse a caminar por no sé qué sendero, entre unos noguerales, y descubrí una acequia por la que corría un agua más fría que el alma del mismísimo Hades. La acequia estaba rodeada de Equisetum ramosissimum, enredaderas (Cynanchum acutum y Bryonia dioica, esta última con frutos) y de matas de higuera. Excepto algún berrido de ruiseñor bastardo (o "cetia ruiseñor", como lo quieren llamar ahora) que se oía de vez en cuando en la ribera y gorjeos de abejarucos, la tarde no tenía pinta de ser muy fructífera con respecto a las aves, así que me entretuve mirando lo que la argéntea corriente llevaba en su seno: hojas secas, hojas no secas, caracoles ahogados, insectos... Un rápido movimiento en el fondo de la acequia captó mi atención: había varios renacuajos de rana común (Pelophylax perezi), de un tamaño bastante apetitoso, así que capturé tres y los puse en el acuario. Al contrario que otros renacuajos que he mantenido, como los de sapo corredor, estos se han estado desarrollando muy lentamente. Hoy (13/9) sin embargo, uno de los renacuajos presentaba el siguiente aspecto:
    Este ejemplar todavía respira mediante branquias, ya que lo veo boquear todo el tiempo.
        Los otros dos renacuajos, sin embargo, no han desarrollado extremidades todavía, y continúan royendo algas y otros restos orgánicos de la gravilla. Mientras tanto, las Daphnias parecen haber alcanzado un número de individuos constante, incluso puede que hayan muerto bastantes ejemplares.
        La temperatura del agua ha variado desde 25ºC los primeros días (mediados de verano), hasta 21ºC ahora, en septiembre.

    Primeras mantis del verano, otros insectos y cardos
        La primera salida de campo en la segunda venida de Jess a Iberia no resultó muy productiva. El fuerte calor estival no nos permitió explorar mucho, aunque encontramos momentos para salir al campo. El primer día, descubrimos un macho de Iris oratoria en fase parda que huyó volando en seguida.
        La segunda especie de mantis vino con una observación (26/8) de una hermosa hembra parda de Mantis religiosa, un ejemplar de unos 9 cm de longitud que reposaba boca abajo (como les gusta a los "mántidos de arbusto") que encontramos en un seto de lavanda a los pies del Cerro de San Cristóbal (Chinchilla, AB). Ese mismo día, vimos los primeros cardos (Atractylis humilis) florecidos en la Sierra de Chinchilla, caméfitos que gustan de terrenos calcáreos y que florecen entre julio y octubre. Junto a ellos, los Echinops ritro seguían con sus fitoquehaceres.
    A la izquierda, Atractylis humilis. A la derecha, Echinops ritro.
        Este año, la Sierra está cargada de mariposas, y los ninfálidos, como esta Argynnis pandora, aprovechan libando flores del Atractylis.
    Esto no es una mantis.
         Volviendo a las mantis, no fue hasta el pasado domingo (8/9), cuando nos detuvimos a mirar unas matitas de ajedrea (Satureja montana), también en Chinchilla, cuando volvimos a ver nuevas especies: dos pequeñas ninfas de Empusa pennata de escasos 2 cm de longitud se paseaban por un sendero creado a base de rodadas de bicis (cómo odio a los ciclistas domingueros sin escrúpulos...). Y van tres especies de mántidos.
        La cuarta ha llegado hoy (13/9), en forma de una joven ninfa de Rivetina baetica que correteaba por otro sendero. Menudo bicho, ¡qué manera de correr! Esto es lo que yo llamo "mantis de suelo". Por suerte, con mis poderes mántidos he conseguido que se estuviera quieta, a pesar de que lo ha hecho en mi mano (ya sé que las fotos de bichos en mano no quedan bien, a mí tampoco me gustan, pero es para que la veáis, hombreyà).
    Joven Rivetina baetica.
        Justo después de ver la Rivetina, nos hemos cruzado en un polvoriento tomillar dos bonitos ejemplares amarillos, un macho y una hembra, de Mantis religiosa. Observando a la hembra, he llegado a una conclusión, y es que las hembras que se desarrollan en jardines se suelen hacer más grandes que las que veo en el campo (no siempre, sin embargo; pero ya me he encontrado varias que respaldan esto). Ha sido en este mismo lugar, en el herbazal agostado-tomillar polvoriento, donde Jess ha encontrado un cerambícido o escarabajo longicorne que todavía no hemos identificado. El animal estaba acurrucado en una flor seca de cardo corredor (Eryngium campestre). Si alguien sabe de qué especie se trata, que se anime a decirlo...
    #ACTUALIZADO: me han ayudado a identificar el cerambícido (en el grupo Fotografía Insectos y Artrópodos de la Península Ibérica -España y Portugal). Seguramente se trate de Vesperus fuentei Pic, 1905, un endemismo íbero-balear del que se desconoce la larva y los hábitos alimentarios. Los imagos aparecen durante los meses de agosto, septiembre y octubre, siendo los machos activos voladores crepusculares o nocturnos (de "Sobre la puesta de Vesperus fuentei Pic,1905 (Coleoptera: Cerambycidae: Lepturinae)" de José Ignacio López Colón (Societat d'Historia Natural de les Balears)).

    Las primeras setas y bellotas de encina 
    Suillus
        Las últimas lluvias del verano han mojado lo suficiente el sustrato silvano como para permitir el desarrollo del cuerpo fructífero de los hongos. También hoy, mientras los abejarucos se despedían del Mediterráneo con sus gorjeos, he visto los primeros Suillus. De tamaño no muy grande, y algunos mordisqueados, levantaban la alfombra de acículas, anunciando el otoño.
        En nuestro paseo, sólo hemos observado tres setas, pero claramente el suelo del bosque ya empieza a bullir. Llevamos un año con bastante buen régimen de precipitaciones que espero que ayude a la proliferación de hongos en los bosques. Sobre todo en las zonas más húmedas y que reciben menos rayos solares es donde más había. El agua de las lluvias veraniegas que se ha acumulado en las grietas y rincones de pinares y encinares ya empieza a hacer de las suyas...
        El agua caída con estas lluvias, por cierto, se acumula en charcas temporales, donde ya han nacido miles de renacuajos de sapo corredor (Epidalea calamita).
         Las encinas llevan semanas con bellotas en sus ramas, y aguardo ansioso a que llegue el momento de recolectarlas (it's reforestation time!). Hoy estaban demasiado verdes, y como la fruta del Mercadona, se pueden recoger verdes y dejar que maduren poco a poco en algún recipiente aireado antes de plantarlas, pero yo prefiero esperar un poquico más.
    Quercus rotundifolia
    Esto es to-, esto es to-, esto es todo, amigos. 

    Enmendando errores y bimbos a estas alturas de mi vida

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         El pasado sábado, como todos los años desde el año pasado, acudí, junto con Jess Stokes y Rafa Torralba, a la IBA 459 a observar los grupos migrantes de chorlito carambolo(Charadrius morinellus, Eurasian Dotterel). Tras darnos un garbeo por zonas adyacentes, donde observamos diversas rapaces (milano negro, un águila calzada devorando un palomo recién capturado, aguilucho lagunero, mochuelo europeo). Os podéis enterar mejor en el post del blog de Rafa.
    Halcón de Eleonor (cortesía de Wikipedia).
    Todos: Graaaacias, Wikipeeeeedia.
        Además de los carambolos, que al principio nos costó bastante encontrar, a pesar de que los oíamos reclamando, también vimos un grupo mixto de gangas ibéricas (Pterocles alchata, Pin-tailed Sandgrouse) y gangas ortegas (Pterocles orientalis, Black-bellied Sandgrouse), ya al final de la jornada. Justo cuando detectamos los primeros carambolos, apareció sobre nosotros una rapaz veloz que perseguía a una golondrina, intentando golpearla. El depredador, con forma de "vencejo gigante", se movía bastante rápido y al enfocar con los prismáticos le vi la cara, y pensé que se trataba de un alcotán (Falco subbuteo, Eurasian Hobby), pero ¡OH! ¡SORPRESA! Rafa dio en el clavo: era un bonito ejemplar de halcón de Eleonor (Falco eleonorae, Eleonora's Falcon), bimbo para Jess y para mí. El ave era rapidísima y al final le perdimos de vista, no sabemos si llegó a capturar la golondrina. Por desgracia, no hay fotos del animal, pero os juro que lo vi. Preguntadles a Rafa y a Jess. Y si os dicen otra cosa, es mentira.
    Chorlito carambolo (Charadrius morinellus)
        Mientras nosotros pajareábamos con alegría, en mi acuario de agua dulce ocurrían otras cosas...

    Renacuajos 
        Resulta que el renacuajo que ya tenía patas se ha convertido en algo que no se parece nada a una rana común (Pelophylax perezi, Perez's Frog), error mío. Ahora se ha convertido en algo parecido a un pequeño sapo partero (Alytes obstetricans, Common Midwife Toad). El lugar donde capturé los tres renacuajos entra dentro del mapa de distribución de este anuro, así que ya está. 
    Mapa de distribución de Alytes obstetricans, de vertebradosibericos.org.
    Los demás renacuajos siguen sin metamorfizarse, el más grande lleva desarrollando extremidades durante varias semanas aunque todavía no son patas propiamente dichas. Es increíble el tamaño que alcanzan los renacuajos comparados con los metamorfos:
        Tan pronto como el metamorfo alcance un tamaño mayor, procederé a su liberación en el mismo sitio donde los encontré, para evitar muertes indeseadas.

    Pulgas de agua y larvas de mosquito
        La invasión de pulgas de agua (Daphnia sp.) no parece cesar. Cada vez parece haber más. Además, añadí unas larvas de mosquito en caso de que el pequeño sapo partero tenga a bien el merendárselas. Observación curiosa: Jess y yo hemos visto al partero "saltar" dentro del agua intentando capturar pulgas de agua. Ya sabemos lo que puede comer con ese tamaño:
    Un enjambre de Daphnia.

    Good-bye, España

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        Llega un momento en la vida de un hombre en que tiene que decidir entre darse por rendido, comprender que el camino por el cual la vida nos guía es impredecible y que tal vez el destino nos tiene reservado un futuro mejor, o seguir enganchado en un punto sin retorno, encanado en una decisión equivocada. 

    ''Sometimes the hardest thing and the right thing are the same" (The Fray en All at once).

        Sin duda, tanto este año como los dos anteriores han estado cargados de experiencias en el campo, con la fauna y la flora del Sureste Ibérico, con amigos reales y con otros que no lo eran tanto. En ocasiones, por suerte, cuando muchos momentos conseguían hacerme ver que algunas situaciones eran inviables, aparecía un lápiz que con su alargada figura y ligera seducción me decía:
    -Tócame, agárrame fuerte, da rienda suelta a tu imaginación. Salgamos al monte en esta noche de domingo y hagamos ver a la realidad lo que en tu cerebro solo son formas difusas, sonidos y olores de musgo húmedo. Que tu mano no me suelte hasta haber cumplido un pequeño sueño, hasta haber traído a la vida a ese animal en el que llevas pensando desde que lo viste. Desliza tus dedos por la coscoja y la encina, y no te pincharás pues ellas son parte de ti y te guían en tu paseo por la montaña.
        Mi mente, en aquellos momentos de soledad y desazón, desconcierto y congoja, únicamente servía para evadirme del mundo y para ayudarme a desatar mi vena artística.
        Pero ni siquiera una afición fuerte puede detener lo que ha de venir. Lo que tenga que venir, vendrá por causas naturales, y nada lo detendrá.
        El año comenzó con unos garabatos a modo de preparación para una acuarela para un amigo, ese a quien tantas veces he nombrado en este blog y con quien tantas veces he salido a pajarear.
        Era un dibujo que se merecía, una modesta muestra de agradecimiento por avisarme casi siempre que salía al campo, una especie de paga que quería darle.
        Y qué mejor regalo que una de sus aves favoritas, la malvasía cabeciblanca, un pato maravilloso que hasta hace nada parecía estar a punto de desaparecer de nuestros humedales. Tras unos bocetos de un ave que pocas veces había dibujado, creo que acabé pillándole el tranquillo y conseguí hacerle a mi amigo una acuarela más o menos decente. Lo que contaba era la intención.



        Eran mis primeros pinitos con las acuarelas y a pesar de que no estaba perfecta, quedé bastante satisfecho para no ser ducho en esta modalidad de pintura.
        La desazón que sentía se fue disipando a medida que pasaban las semanas. En febrero, nuevas aves seguían cayendo en mi lista de bimbos y el tiempo pasaba. Sumado a esto, el clima manchego no acompañaba mucho, a pesar de que siempre he sido un pluviófilo (del latín pluvia: lluvia y del griego φιλία: afecto o amistad por algo). 
        En febrero estuve en la Sierra de Aitana, en la provincia de Alicante. Allí, nuevas aves seguían apareciendo: zorzal real, mirlo capiblanco, herrerillo capuchino, acentor alpino. Desde lo más alto de la Sierra, el Mar Mediterráneo nos miró desinteresadamente durante todo el tiempo que estuvimos allí. Pero supongo que no todo lo que reluce es oro, y la desazón volvía por medio de latidos.

        Las personas somos seres sociales, ¿no? Entonces, si somos seres sociales, que hemos evolucionado para mantener la seguridad del grupo, ¿por qué existen las envidias, los comentarios despectivos y otras formas de desprestigio y descalificación? ¿Acaso no sería más fácil compartirlo todo y ser felices?


    "Imagine all the people living life in peace. You may say I'm a dreamer but I'm not the only one"(John Lennon en Imagine).

        Un día cayó en mis manos el libro Drawing and painting birds, del genial Tim Wootton. Entonces aprendí cosas simples y otras no tan simples y llegó un momento en que sólo dibujaba para adornar la vida. Conocí en sus páginas pintores de naturaleza serios, de los de verdad, de esos que viven lejos. Las paredes de mi habitación empezaron a llenarse de dibujos y papeles sueltos con garabatos de aves en diferentes posiciones. A pesar de todo, seguía intentando imitar a los mejores artistas. No perdía la esperanza, aún soy joven y me queda mucho por aprender. Nuestros actos determinan cómo acabaremos y quién seremos en la vida y estaba cantado que mi malestar no podía continuar de esas maneras.
        El calor, este año, vino bastante tarde, pero sólo sirvió para prolongar la primavera. Uno de los símbolos naturales de mi tierra, el abejaruco, llegó a tiempo.

        Este año he salido muchas veces a ver abejarucos y me he detenido mucho a observarlos con atención. La posición que adoptan al posarse en cables, la forma en que el pico crece, la disposición del plumaje. Todo cuenta a la hora de dibujar un ave.
        Llegó un momento a principios del verano en que me volví un pasota en esto de dibujar. Me puse a pintar cosas que no he visto nunca, con trazos un poco brutos. Mis dibujos ya iban anticipando lo que decidiría unos meses después. 
        El verano me entretuvo con el olor de los pinos en pleno julio tras una lluvia veraniega. La presencia de Jess, con sus exóticos relatos de aves vikingas como el éider o el ampelis me hacían soñar con países mejores y lejanos. La decisión se iba gestando en algún lugar dentro de mí pero supongo que sólo hacían falta algunos empujones para hacerla salir. Mi amigo de las malvasías contribuyó a que este verano fuera especial, haciendo que rebimbase un ave muy especial para mí: el rabilargo. Las Sierras de Alcaraz y Segura han sido esenciales para mí este año. Creo que son mi lugar favorito del mundo mundial.
        Pero ahora, el verano ha acabado, es momento de afrontar la situación: me despido de mis amigos, de los que ya no son amigos y de los que me han tratado mal y me han utilizado o han sido falsos conmigo, por eso del síndrome de Solomon (del cual tan bien nos habla Kique en su blog, Pinceladas de Naturaleza), a ésos, a ésos especialmente, les dedico mi más cordial saludo y les agradezco su participación a la hora de decidir el gran futuro que me aguarda. Me voy de este país de corruptos, mentirosos, injustos, indeseables y malas personas, y me despido con un dibujo de algo que pronto veré... 
    Dos ampelis europeos.
    Este ha sido el último dibujo que hecho hasta ahora, antes de mi decisión final de comenzar a estudiar Zoología en
    la University of Hull. Tal vez mi propia alma lo estaba gritando a voces ya.

    Esta entrada es un recopilatorio de todos los dibujos con los que más satisfecho he quedado desde enero de 2013 hasta la semana pasada. Los lápices, pinceles y bolígrafos son armas de lucha psicológica y tengo la suerte de contar con personas a mi alrededor que me apoyan con todas las consecuencias en las decisiones que tomo. Gracias a todos vosotros, a los que colaboráis con vuestros comentarios en este blog. Os mando un abrazo fuerte y virtual.

     Me voy a estudiar algo que de verdad sirve. Good-bye, España.

    North Cave Wetlands

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        Para la primera anglosalida pajarera (06/10/2013), África nos llevó a Jess y a mí a North Cave Wetlands. Tras atravesar campos verdes separados entre sí por setos y enormes robles y hayas que ya se doraban por el cercano otoño, llegamos a la entrada de la "reserva" (no sé cómo llamarlo). Lo primero que me llamó la atención fue el griterío anseriforme que se oía en lo lejano y justo al bajar del coche, ¡ZAS! El primer bimbo. Un flock de ánsares piquicortos (Anser brachyrhynchus, Pink-footed goose) sobrevolaba la zona armando gran escándalo. No me dio tiempo a hacerles foto, pero mirad lo que había en la primera laguna: ánsares comunes (Anser anser, Greylag goose) y barnaclas canadienses (Branta canadensis, Canada goose).
    Geeseland.
    Escandaloso.
        Lo bueno de los naturalistas ibéricos, me dijo África, famosa entre los pajareros albaceteños por el libro Las aves del Parque de Abelardo Sánchez, es que nos hemos criado con guías de campo inglesas y centroeuropeas, y por eso nos sentimos bastante cómodos en ecosistemas de este tipo, campiñas con herbazales y setos frondosos de espinos, saúcos, serbales y sauces. Y tenía razón. Por suerte, la temperatura durante el día se mantuvo bastante elevada (unos 20ºC) y el anticiclón nos permitió observar insectos y aves la mar de interesantes.
    Speckled Wood (Pararge aegeria)
    Common Darter (Sympetrium striolatum)
        Caminando por un sendero rodeado de herbazales en los que crecían plantas como Lamium album, Taraxacum officinale y senecios, nos encontramos más especies como la mariposa manto bicolor (Lycaena phlaeas, Small Copper) y una C-blanca (Polygonia c-album, Comma), un lepidóptero que nunca había visto excepto en libros. Al divisarla, la vimos perderse en unos herbazales más adelante del camino, y justo en ese momento, un animal de pelaje color canela cruzó a saltos el sendero. La inconfundible forma alargada y la cola de punta negra nos dio la pista: un armiño (Mustela erminea, Stoat) se nos acababa de cruzar, ¡menudo bimbo!
    Saúco (Sambucus nigra)
        La Reserva de North Cave Westlands consiste en varios lagos recuperados tras ser una cantera, alrededor de los cuales se han plantado plantas autóctonas y se han construido hides. La gestiona la Yorkshire Wildlife Trust. La reserva se encuentra en continua expansión porque la empresa que horada el terreno todavía trabaja en la zona y la Wildlife Trust sigue arreglando y reforestando.
    Algo parecido al estanque con el que todo naturalista ha soñado desde pequeño.
    Este es el hogar de Lymnaeas gigantes (chulísimas), ranas bermejas y sapos comunes.
        Había llegado a oídos de África que rondaban por allí unos gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus, Egyptian Goose), pero no los vimos justo al llegar, aunque claro, al ser especies introducidas (allá por la Edad Moderna), tampoco hacían tanta ilusión. Un córvido que aquí abunda mucho y que en Iberia es muy escaso es la graja (Corvus frugilegus, Rook), y yo estaba deseando ver alguna. Al ser un animal gregario y abundante, no tardamos mucho en observar bien un grupo que bebía agua en una de las canteras todavía en funcionamiento. También había cornejas negras, que son más "solitarias", a las que mis ojos están más acostumbrados.
    Mis primeras grajas (Corvus frugilegus, Rook)
        Me he dado cuenta de que los naturalistas ingleses sienten especial devoción por los odonatos, y mención especial merece un macho Aeshna mixta que descubrió África. Vimos varias especies de libélulas, aquel día estaban bastante activas ya que el sol calentaba con bastante fuerza (no tanto como en La Meseta, pero bastante para ser octubre en Gran Bretaña).
    Migrant Hawker (Aeshna mixta)
        Finalmente, en el último lago, divisamos los gansos del Nilo. Había tres, y aunque en la foto mía no se ven muy bien, podéis entrar al blog de África para verlos mejor.
    Los tres gansos del Nilo con un grupo de ánades reales.
        En este lago, pudimos observar varios somormujos lavancos, zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis, Little Grebe), un ánsar común (Anser anser) durmiendo en una plataforma para charranes (Sternidae, Terns), una hembra de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus, Marsh Harrier) y avefrías (Vanellus vanellus, Lapwing).
    Somormujo lavanco (Podiceps cristatus, Great Crested Grebe). Ejemplar inmaduro.
    Somormujo lavanco (Podiceps cristatus, Great Crested Grebe). Ejemplar adulto. 
        La jornada de pajareo acabó en la primera laguna, la de los ánsares, donde había aparecido un grupo grande de avefrías y algunos estorninos. De repente, las avefrías empezaron a volar, temerosas, pues una silueta oscura había aparecido en el cielo: el aguilucho lagunero había vuelto...
    Jóvenes alisos (Alnus glutinosa, Adler). Crecían por todos lados. 
    ¡Por cierto! Estamos en octubre. ¿Sabéis que pasa en octubre en Gran Bretaña? ;)

    Spurn

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        El otro día por la mañana (13.10.2013), nos dirigimos Robert, James,Jess y yo al Cabo Spurn, en la desembocadura del Río Humber en el Mar del Norte.
    Qué épico queda. 
        El día anterior, Spurn Bird Observatory (@spurnbirdobs), como de costumbre, había estado transmitiendo las observaciones que estaban teniendo lugar en Spurn y la cosa prometía bichos como: picogordos, pardillos sizerines, alcaudones norteños, agateadores norteños, bisbitas de Richard. Y antes de eso, paíños de Leach, mosquiteros de Pallas, ampelis europeos y págalos raberos. Lo que se dice un paraíso para el ornitólogo amateur y avanzado.
    140 caracteres
        El día amaneció (por decirlo de alguna manera, porque allí parecían las 7 de la tarde de un invierno manchego) húmedo, frío y oscuro, con un viento y una lluvia paralela al suelo bastante molestos. Acercándonos a Spurn, Robert y James nos comentaron que alguien había visto un escribano pigmeo (Emberiza pusilla, Little Bunting) en un camino vecinal, así que nos encaminamos para allá. La lluvia y el viento hacía bastante difícil escuchar correctamente el canto de los pájaros que había por allí, aunque casi todos eran petirrojos, mirlos y zorzales alirrojos. No hubo éxito con el pigmeo, pero como siempre que se sale al campo en busca de rarezas en sitios como este, hay que estar preparado para no avistar nada o para avistarlo todo.
        La mañana avanzaba lentamente, mientras nos acercábamos al Este, la marea en el estuario del Río Humber permanecía baja. En lo lejano, desde la costa, se veía una niebla fantasmagórica que traía historias de snekkes cargados de almas escandinavas que se habían perdido para siempre en las furiosas aguas del Mar del Norte. En los bajíos, algunas limícolas picoteaban el suelo, los tarros blancos se ocultaban solitarios en la bruma y grupos de etéreas gaviotas se apretujaban a unos kilómetros de nosotros. Hacia el interior, a nuestra izquierda mientras caminábamos, un bosquete de espinos albares atraía a grupos grandes de zorzales, pinzones y sílvidos que llegaban a toda velocidad a través de la calígine.
    Mi primera foto de un pinzón real, un Brambling, como se dice en inglis pitinglis. No está mal, teniendo en cuenta la temperatura, viento y precipitación del momento, la distancia del bicho y además, es un contraluz (ha habido que editar la foto). No os quejéis tanto por favor, que lo importante en este blog es divulgar.
        Estuvimos explorando el bosquecillo de majuelos, tras ver de repente un pardillo sizerín (Carduelis flammea, Mealy Redpoll) que comía semillas y hojas secas en un prado de hierbas altas. El pájaro se mostraba bastante confiado, aunque tal vez lo que tenía era hambre. Detrás de un arbusto cercano, había otro grupo mixto de pardilos sizerines de las dos especies que se han formado a partir de las subespecies flammea y cabaret: Carduelis cabarety Carduelis flammea.
    Carduelis flammea
        Volviendo hacia el interior del cabo, en dirección a la costa Este, nos encontramos en un sendero con un bonito ejemplar de C. cabaret que se mostró bastante confiado. De repente, el sol brilló de nuevo, y los grillos de matorral y las libélulas se pusieron a cantar y a volar de nuevo. 
    Carduelis cabaret
        Una de las especies de grillo que cantaban en ese momento eran los grillos de matorral de Roesel, cada vez más fáciles de ver en Inglaterra, si bien son nativos de prácticamente toda la Europa del Oeste.
    Roesel's Bush Cricket (Metrioeptera roeselii)
        En un sendero lateral que llevaba a una casa con jardín y manzanos, me quedé mirando con los prismáticos un grupo de pinzones reales, vulgares y acentores, sin darme cuenta de que justo al lado había un pájaro al que le tengo ganas: el camachuelo común. James me indicó que había uno justo al lado, pero justo cuando miré, desapareció volando entre el follaje del manzano y nunca volvió. A la próxima será.
        Volviendo a donde habíamos aparcado, un amable BB (British Birder) nos paró para enseñarnos lo que tenía enfocado con el telescopio. A lo lejos, en un espino albar, un pequeño depredador europeo se acurrucaba en una rama: un alcaudón norteño (Lanius excubitor, Great Grey Shrike).
    Record shot! Great Grey Shrike (Lanius excubitor)
        Poco antes de llegar al aparcamiento, antes de que el camino se volviera a desviar hacia una iglesia decimonónica, nos encontramos con una resuelta libélula que posó durante un rato para nosotros, tal vez lo que quería era tomar un poco el sol. James incluso la cogió y permaneció en su mano unos segundos.
    Migrant Hawker  (Aeshna mixta)
        Las iglesias británicas que se construyeron en pueblos y ciudades pequeñas a finales del siglo XIX suelen tener un pequeño jardín o herbazal alrededor con tumbas y enterramientos de estilo romántico un poco siniestro, de los que desesperan a Espronceda. En aquella pequeña iglesia, encontramos un opilión cuyas patas reposaban paralelas a la pared. Yo sólo me sabía el nombre de una especie de opilión, Phalangium opilio, pero daba la casualidad de que este no lo era. Robert me dijo que lo que estábamos viendo era un animal foráneo proveniente del Sur del Mediterráneo que se había extendido por varios lugares de Europa.
    Harvestman (Dicranopalpus ramosus)
        El opilión de patas estiradas se quedó en su esquina de la iglesia y nosotros volvimos hacia el coche, no sin antes echar un vistazo en una zona concurrida (¡la de BB que había!). Aparentemente, todos miraban un arbusto donde acababa de aparecer un mosquitero sombrío (Phylloscopus fuscatus, Dusky Warbler), al cual nunca jamás vimos, pero unas barnaclas carinegras (Branta bernicla, Brent Goose) pasaron nadando tranquilamente por la orilla, dejándose llevar por la marea, que ya había subido, 'showing well', es decir, "mostrándose bien". 
    British birders
        Antes de entrar al coche, un BB nos gritó: "JOOOOOOOOOOOFINCH!", que básicamente quiere decir Hawfinch, picogordo, pero se escapó rápidamente (yo creo que por el berrido que pegó el buen hombre). A pesar de todo, apareció un petirrojo que se nos acercó curioso, dejándose fotografiar fácilmente, y una bandada de lúganos (Spinus spinus, Siskin) que acudieron rápidamente a un saúco cercano a alimentarse. Y así nos despedimos de Spurn... hasta pronto. 
    European Robin (Erithacus rubecula)

    Cisne cantor y porrones osculados en Tophill Low

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        Hola corazones, bienvenidos a una nueva edición de El Saúco. Este finde he estado en Kilham, un pueblecito de poco más de 1000 habitantes (seguro que menos) situado a 8 km de Driffield, en East Yorkshire. Tras explorar los alrededores del village en busca de setas, bellotas y otros regalos del otoño, acompañados en algún momento por la perrita Effie, caballos curiosos y asustadizas ovejas británicas, el domingo Jess y yo nos dirigimos a Tophill Low.
        Poco después de llegar a la reserva y tras conocer a parte del staff, Pete y Ray, nos encaminamos a la primera zona de pajareo, Watton. En el hide, dos educadas pajareras observaban el lago. A primera vista, sólo se veían gansos de diversas especies y algunos cisnes, patos y cormoranes. Yo ando con ganas de observar especies nórdicas que nunca he visto (y se habían visto algunas ya), así que decidí mirar uno a uno los ánsares y los cisnes. Empecé por los cisnes porque eran pocos. Y, de repente, allí estaba, un majestuoso cisne cantor (Cygnus cygnus, Whooper Swan) nadaba tranquilo entre barnaclas y ánades. 
    -What the hell is that? Is it... Is it... Is it a Whoooopah? dije en voz baja, para que solo lo oyera Jess. Pero mi voz temblorosa llegó a los oídos de las otras personas del observatorio, y empezaron a preguntar where? where? No había nada que confirmar, aquello era un cisne cantor: el pico amarillo y triangular lo delataba. Well spotted! dijeron las BBs.
    Cisne cantor (Cygnus cygnus, Whooper Swan) rodeado de ánsares comunes (Anser anser, Greylag Goose),
    un ánade azulón (Anas platyrhynchos, Mallard) y una barnacla canadiense (Branta canadensis, Canada Goose).
    Watton 
    Ánsares comunes (Anser anser, Greylag Geese) en Watton.
        Largo rato permanecimos observando Watton. Yo me había enamorado de aquel animal, de mi cisne cantor, había algo en él que me atraía sobremanera; no sabía si se trataba de ser consciente de lo épico de su viaje, desde Islandia tal vez, desde cualquier tierra emergida en el Norte del Océano Atlántico o qué. Ni siquiera me llamaron la atención los chorlitos dorados (Pluvialis apricaria, Golden Plover) que continuamente iban y venían sobre la zona, ni un grupo de zarapitos reales(Numenius arquata, Eurasian Curlew) que merodeaba por allí. Nada me distrajo de mi cisne hasta que nos fuimos del hide.
        Hacia la 1 de la tarde o así, decidimos seguir explorando el lugar. Nos metimos en bosquetes (reforestaciones efectuadas por parte de voluntarios) para observar y reconocer los árboles que allí crecían: 
    1. Pino albar (Pinus sylvestris, Scotch Pine);
    2. Alerce europeo (Larix decidua, European Larch);
    3. Álamo negro (Populus nigra, Black Poplar);
    4. Sauces (Salix sp., Willows);
    5. Fresno común (Fraxinus excelsior, European Ash);
    6. Espino albar (Cratægus monogyna, Common Hawthorn);
    7. Serbal de los cazadores (Sorbus aucuparia, Common Rowan);
    8. Aliso (Alnus glutinosa, European Alder);
    9. Saúco (Sambucus nigra, Elder);
    10. Roble común (Quercus robur, English Oak);
    11. Haya (Fagus sylvatica, European Beech);
    12. Avellano (Corylus avellana, Commmon Hazel);
    13. Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum, Horse Chestnut);
    14. Arce sicómoro (Acer pseudoplatanus, Sycamore);
    15. Arce campestre (Acer campestris, Field Maple).
        Conocimos a Richard, el guarda de Tophill Low, que montaba un pequeño tractor y con el que compartimos un agradable momento, ya que me reconoció (supongo que por el Facebook). Tras despedirnos de él, Jess me enseñó unos montones de heno que la gente agrupa alrededor de algunos estanques, para que las culebras de collar (Natrix natrix, Grass Snake) se escondan debajo en invierno. Le pregunté a Jess si funcionaban y me respondió que sí, así que ya sabéis lo que hacer también en España. 
        Tras caminar por otra zona boscosa, llegamos a otro observatorio, en cuya puerta rezaba un cartel de metal:
    Este hide está dedicado a la memoria de:
    Sargento de Vuelo
    Angus McBean
    Falleció cuando su avión Blenheim K7091 se estrelló 
    en un campo cerca de aquí
    6 de mayo de 1942

    Moo.
         Desde él se podían ver algunos ejemplares de toro de la raza Belted Galloway que pastaban tranquilamente en un prado. Junto al grupo de adultos, un ternero de poco más de un mes se movía feliz, trastabillando. Es el que veis en la foto.
        Yo me aburrí en seguida en ese observatorio, pero Jess solo tenía ojos y palabras para el ternero, así que nos quedamos bastante rato. 
        En otro hide estuvimos esperando que un martín pescador se posara en unas ramas, donde se suele ver, pero un BB que salía del hide justo cuando llegábamos nosotros nos dijo que había estado una hora entera esperando que apareciera...

        Nuestro paseo acabó con un bimbo para mí. En el último observatorio, orientado al interior del enorme embalse redondo, una hembra de porrón osculado (Bucephala clangula, Common Goldeneye) flotaba tranquilamente entre otros patos. Tras un buen y soleado día, la jornada tocaba a su fin. 
        Los que leéis mi blog sabréis que no suelo poner listas de observaciones en mi blog, simplemente me he dedicado a relatar lo que veía como si fuera un cuento, pero he decidido poner algunas de vez en cuando, para que os hagáis una idea de lo que aparece en mis lugares de campeo. El domingo, en Tophill Low, Jess Stokes y el que escribe tuvimos el placer de ver las siguientes especies de aves:

    1. Cisne cantor (Cygnus cygnus, Whooper Swan)
    2. Cisne vulgar (Cygnus olor, Mute Swan)
    3. Ánsar común (Anser anser, Greylag Goose)
    4. Barnacla canadiense (Branta canadensis, Canada Goose)
    5. Porrón moñudo (Aythya fuligula, Tufted Duck)
    6. Porrón común (Aythya ferina, Common Pochard)
    7. Porrón osculado (Bucephala clangula, Common Goldeneye)
    8. Ánade friso (Anas strepera, Gadwall)
    9. Ánade azulón (Anas platyrhynchos, Mallard)
    10. Silbón europeo (Anas penelope, Wigeon)
    11. Cerceta común (Anas crecca, Teal)
    12. Pato cuchara (Anas clipeata, Northern Shoveler)
    13. Somormujo lavanco (Podiceps cristatus, Great Crested Grebe)
    14. Zampullín chico (Tachybaptus ruficollis, Little Grebe)
    15. Focha común (Fulica atra, Eurasian Coot)
    16. Gallineta común (Gallinula chloropus, Moorhen)
    17. Garceta común (Egretta garzetta, Little Egret)
    18. Garza real (Ardea cinerea, Grey Heron)
    19. Ratonero común (Buteo buteo, Common Buzzard)
    20. Zarapito real (Numenius arquata, Eurasian Curlew)
    21. Avefría euroasiática (Vanellus vanellus, Northern Lapwing)
    22. Chorlito dorado (Pluvialis apricaria, Golden Plover)
    23. Gavión atlántico (Larus marinus, Great Black-backed Gull)
    24. Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus, Black-headed Gull)
    25. Gaviota argéntea (Larus argentatus, European Herring Gull)
    26. Petirrojo europeo (Erithacus rubecula, European Robin)
    27. Pinzón vulgar (Fringilla coelebs, Chaffinch)
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